julio 31, 2025

¿Se puede congelar el queso?

Por admin

Congelar el queso es una duda habitual entre quienes quieren evitar el desperdicio de alimentos o aprovechar ofertas. Si alguna vez te has preguntado si puedes guardar ese trozo de manchego o mozzarella en el congelador sin arruinarlo, estás en el lugar adecuado. 

En este artículo resolveremos de forma clara y precisa todo lo que necesitas saber: qué tipos de queso toleran el frío extremo, cómo afecta el congelamiento a sus propiedades, cómo hacerlo correctamente, qué usos son recomendables tras la descongelación y qué precauciones debes tener para evitar riesgos.

Qué tipos de queso se congelan mejor (y cuáles no)

No todos los quesos se comportan igual al congelarlos. Los quesos duros y curados, como el parmesano, el manchego curado o el cheddar, soportan bien la congelación. Su bajo contenido en agua y su estructura firme hacen que, tras descongelarse, mantengan una buena parte de su textura y sabor. Son ideales para rallar o fundir en platos cocinados.

En cambio, los quesos blandos o frescos, como el queso de cabra tierno, el brie, la mozzarella fresca o el queso crema, sufren mucho más, nos explican los expertos de Hogarizados. Al descongelarse, tienden a soltar agua, separarse en capas o adquirir una textura granulosa o gomosa. Esto se debe a su alto contenido en humedad y a la estructura láctea menos estable. 

Aun así, algunos pueden seguir usándose en cocina, especialmente si se funden o se mezclan con otros ingredientes.

Cómo afecta la congelación a la textura, el sabor y las propiedades del queso

La congelación altera principalmente la textura del queso. El agua contenida en él se expande al congelarse, formando cristales de hielo que rompen la estructura interna. Esto se nota especialmente al descongelar quesos blandos, que pueden quedar pastosos o grumosos, nos aconsejan desde Hogarizados.

En cuanto al sabor, el impacto es menor, pero perceptible en algunos casos. Los quesos de sabor más delicado pueden perder intensidad o desarrollar un regusto levemente oxidado si han estado mucho tiempo congelados o si no se han envuelto adecuadamente.

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Ningún queso mejora al congelarse, pero muchos siguen siendo perfectamente utilizables, sobre todo si el destino final es una receta cocinada: pizzas, salsas, gratinados o rellenos.

Cómo congelar y descongelar queso de forma correcta

Para obtener los mejores resultados, es fundamental seguir un proceso adecuado de congelación y descongelación, nos aclaran los expertos de Hogarizados.

Primero, divide el queso en porciones pequeñas y adecuadas para su uso posterior. Envuélvelo bien con film transparente o papel encerado y luego colócalo dentro de una bolsa hermética, idealmente con el aire extraído. Esto evita la formación de cristales de hielo y reduce el riesgo de quemaduras por congelación.

Etiqueta con fecha y tipo de queso. La mayoría puede mantenerse en buen estado entre 2 y 3 meses, aunque lo ideal es consumirlo antes del segundo mes para minimizar cambios organolépticos.

Para descongelar, deja el queso en el refrigerador entre 12 y 24 horas, según su tamaño. Evita hacerlo a temperatura ambiente o en el microondas, ya que eso acelera la degradación de la textura y puede favorecer el crecimiento de bacterias si no se manipula correctamente.

Usos recomendados del queso una vez descongelado

El queso descongelado es mejor utilizarlo en preparaciones calientes o procesadas. Aunque algunos tipos pueden comerse directamente, la mayoría pierden parte de su textura original y no resultan agradables en una tabla de quesos o como acompañamiento frío.

En cambio, son excelentes para fundir: en pizzas, lasañas, sopas, salsas, croquetas o quiches. Incluso los quesos frescos que se desestructuran al descongelarse pueden aprovecharse en rellenos o mezclados con otros ingredientes que compensen su pérdida de firmeza.

El objetivo debe ser camuflar los posibles defectos provocados por el congelamiento sin desaprovechar el sabor que, en la mayoría de los casos, se conserva relativamente bien.

Riesgos sanitarios al congelar y descongelar queso

Desde el punto de vista sanitario, congelar queso no representa un riesgo si se hace correctamente, pero es importante tener en cuenta algunas recomendaciones.

La congelación no mata bacterias, solo las inactiva temporalmente. Por eso, no debe utilizarse para “salvar” quesos que ya están en mal estado o que han estado mucho tiempo abiertos a temperatura ambiente.

También es crucial respetar la cadena de frío. Una vez descongelado, el queso debe consumirse en pocos días y no debe volver a congelarse, ya que esto aumenta significativamente el riesgo de proliferación bacteriana y deterioro.

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Evita congelar quesos que ya han sido manipulados, rallados en casa o mezclados con ingredientes frescos, a menos que todo el conjunto esté bien procesado y destinado a cocción posterior.