Qué verduras se pueden congelar
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El consumo de frutas y verduras es necesario para gozar de un estilo de vida saludable. Cada vez son más las personas preocupadas y concienciadas acerca de la importancia de una alimentación sana, en cuya base se encuentra el consumo de frutas y verduras.
Pero no solo eso. La apuesta por el consumo de productos de temporada está en alza. Disfrutar de un mayor sabor, frescura y beneficios de estos alimentos es una opción por la que se decantan, cada día, más personas.
El consumo de verduras y su elección en base a la temporada, son dos realidades que tenemos asumidas. Ahora bien, una vez hemos comprado la verdura, ¿cuál es la mejor manera de conservarla? Todos tememos abrir la nevera y encontrarnos con un pimiento, media berenjena y un calabacín en un estado más que deplorable.
A nadie le gusta tirar comida, por ello nos preguntamos: ¿Podemos congelar la verdura? Se trata de una cuestión que nos hemos planteado más de una vez cuando hemos visto que las verduras del congelador se han puesto feas, pero siempre nos hemos quedado con la duda. Hasta ahora.
Si quieres dejar atrás esas situaciones en las que tus verduras se marchitaban sin remedio en tu nevera, sigue leyendo, este artículo es para ti.
¿Se pueden congelar verduras?
Empecemos por responder a la pregunta por antonomasia en este tema. ¿Se pueden congelar las verduras? Quizá en nuestra mente suene extraño, pero lo cierto es que no solo es factible congelar la verdura sino, también, sencillo.
Bastará con seguir unos sencillos pasos, que explicaremos más adelante en este mismo post, para que la conservación en el congelador de tus verduras sea todo un éxito. Habremos de tener en cuenta que, aunque podemos congelar toda la verdura, hay ciertos tipos que es preferible mantenerlos al margen de las bajas temperaturas del congelador.
Bien porque no soportan temperaturas bajo cero, bien porque su alto contenido en agua afecta a su textura o bien porque, tras congelarlas, no podremos consumirlas en crudo – como es el caso de la lechuga o del pepino – hay ciertas verduras que, como veremos, desaconsejamos congelar.
Con todo, existe una amplia variedad de verduras y hortalizas que podemos congelar y mantener durante mucho tiempo. El sellado del envasado y la eliminación del aire en el interior del mismo, serán aspectos clave para garantizar la correcta conservación, por lo que, si te has decidido a acabar con el desperdicio de verduras, te aconsejamos que eches un vistazo a esta comparativa de envasadoras al vacío para congelar tus verduras de la forma más adecuada y eficaz.
Listado de verduras que se pueden congelar
Congelar las verduras es una de las mejores decisiones para evitar el desperdicio de la comida y para optimizar tus rutinas diarias. Desterremos el mito que existe sobre la pérdida de propiedades y nutrientes cuando congelamos la verdura.
Siguiendo los pasos adecuados, que os detallaremos a continuación, podrás disfrutar de todos los beneficios de las siguientes verduras:
- El pimiento
- El brócoli
- El ajo
- La cebolla
- La cebolleta
- La espinaca
- El guisante
- La calabaza
- El calabacín
- La col
- La berenjena
- El puerro
- La alcachofa
- La acelga
- La coliflor
- El espárrago
¿Todas las verduras se pueden congelar?
Como hemos podido comprobar en esta lista, no todas las verduras pueden congelarse. O, al menos, no se recomienda.
Verduras como el apio o la lechuga es preferible conservarlos en la nevera y consumirlos en el plazo de tiempo adecuado. Las razones son, básicamente dos: por un lado, estas verduras no soportan muy bien las temperaturas tan bajas de los congeladores y, por otro, por el tipo de consumición en crudo.
Lechuga, pepino y tomate, tras ser congelados, no podrán servirse crudos en ensaladas. Por otro lado, la patata tampoco se recomienda que se congele, ya que las temperaturas bajo cero afectan a su sabor y textura. Te detallamos qué verduras no deberías congelar y por qué:
- Pepinos: la alta cantidad de agua en su composición provoca que, tras pasar por el congelador, su textura no sea nada agradable. Por lo que descarta la opción de incluirlos en tu ensalada.
- Tomates frescos: en el caso de los tomates, aunque podrían ser aprovechados en guisos, lo cierto es que su paso por el congelador provoca que pierdan su textura y parte de su sabor. Sí podrás congelarlos en caso de que formen parte de una elaboración, como una salsa.
- Patatas: Al igual que en el caso de los tomates, opta por congelar patatas que se hayan cocinado, por ejemplo, como un puré. Si las conservas crudas, al sacarlas del congelador, estarán blandas.
Cómo conservar verduras frescas en el congelador
El éxito para congelar tus verduras y que, llegado el momento, puedas disfrutar de todo su sabor, propiedades y textura, pasa por la correcta realización de estos sencillos pasos:
Lava y corta las verduras
Nuestro primer paso hacia la conservación de las verduras es lavarlas y cortarlas. Pondremos especial atención en dejar las verduras bien limpias antes de cortarlas. En el caso de verduras como la coliflor, las acelgas o las zanahorias, para quitarle toda la tierra que puedan tener, las sumergiremos en un bowl con agua, donde reposarán unos minutos, para deshacernos de buena parte de la suciedad.
Una vez bien limpias, las cortamos en rodajas o a tiras, para que ocupen el menor espacio posible en el congelador
Escaldado
El escaldado es un procedimiento muy sencillo que, seguro, has realizado más de una vez. Se trata de someter a las verduras a un baño a alta temperatura durante un corto periodo de tiempo, de 2-3 minutos (aunque el tiempo de escaldado varía en función de la verdura).
¿Qué conseguimos con el escaldado? Principalmente neutralizar las enzimas que contengan las verduras. Estas enzimas son las responsables de la oxidación de las verduras. Es por ello que, el escaldado, también es muy utilizado para conservar el verdor de algunas verduras, como las espinacas.
Las enzimas pueden mantenerse activas incluso a las temperaturas bajo cero de nuestro congelador. Por ello, habremos de neutralizarlas mediante el escaldado. Junto con las enzimas, los macroorganismos también desaparecen, favoreciendo una conservación higiénica de las verduras.
Terminado el tiempo del escaldado de las verduras, las sumergiremos inmediatamente en agua fría, para cortar la cocción.
Previo al siguiente paso, secaremos muy bien las verduras porque, de introducirlas húmedas en el congelador, podrían “quemarse”.
Envasa y ¡al congelador ¡
Último paso en nuestro camino hacia la conservación duradera y eficaz de las verduras. Podemos optar por varios métodos de envasado: papel film, tuppers, tarros, bolsas herméticas… o, nuestro favorito, el envasado al vacío.
Envasar al vacío las verduras garantiza la eliminación del aire, por lo que, el oxígeno, responsable de la oxidación de las verduras, no podrá afectarlas. Selladas por completo, permite que nuestro congelador no desprenda olores.
¿Cómo congelar y conservar verduras picadas?
Para congelar y conservar la verdura picada llevaremos a cabo el mismo procedimiento que acabamos de explicar justo arriba.
Picar la verdura te permitirá, por un lado, ahorrar espacio en tu congelador y, por otro, distribuir la verdura en porciones. De tal manera que, cuando saques el envase que quieras descongelar, tendrás la certeza de que agotarás toda la verdura que se encuentra en su interior.
Las verduras congeladas se mantendrán en buen estado durante un periodo comprendido entre 8 y 12 meses, aunque te recomendamos ir comprobando su estado de manera periódica. Su adecuada conservación dependerá de la realización adecuada de los pasos previos a la congelación (lavado, cortado, escaldado y envasado) y de un almacenamiento óptimo.
Protege las verduras con envasados al vacío para garantizar su excelente conservación y no olvides de etiquetar el envase indicando que contiene y la fecha de congelación.