¿Qué propiedades tiene el pomelo?
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El pomelo, también conocido como toronja, es una fruta cítrica que destaca no solo por su sabor agridulce y refrescante, sino también por su potente perfil nutricional. Aunque es menos popular que la naranja o el limón, el pomelo guarda en su interior una serie de beneficios que ayudan positivamente en la salud si se consume de forma regular.
En este artículo analizamos las propiedades qué lo hace tan especial, cómo actúa en el organismo y por qué merece un espacio habitual en nuestra alimentación.
Incluir pomelo en la dieta diaria puede ser una forma sencilla y natural de mejorar el bienestar general. Su sabor intenso y refrescante lo convierte en un ingrediente ideal para desayunos, ensaladas, licuados o simplemente como tentempié entre comidas. Lo importante es consumirlo de forma consciente, valorando tanto sus propiedades como sus posibles contraindicaciones.
Valor nutricional de los pomelos
El pomelo es una fruta con bajo contenido calórico, rica en agua y una buena fuente de fibra dietética. Una sola porción puede aportar cerca del 50 % de la vitamina C que necesitamos a diario, lo que fortalece el sistema inmunológico y favorece la regeneración celular. Contiene vitamina A, algunas del complejo B (como la B1 y B5), potasio y magnesio, nos dicen los expertos de Zuvamesa, Zumos Valencianos del Mediterráneo.
Uno de sus mayores tesoros son los compuestos antioxidantes, especialmente los flavonoides como la naringenina y la naringina, responsables de su sabor amargo característico. «Estas sustancias han sido estudiadas por sus efectos protectores frente al envejecimiento celular, la inflamación y ciertas enfermedades crónicas», continúan aconsejándonos los expertos fabricantes de zumos NFC de naranja y mandarina de Zuvamesa.
Beneficios para la salud
Consumido con regularidad, el pomelo puede tener efectos notables sobre distintos sistemas del cuerpo. Gracias a su alto contenido en antioxidantes, contribuye a reducir el estrés oxidativo y, por tanto, a prevenir el deterioro celular. Su riqueza en vitamina C ayuda a mejorar la absorción del hierro y a reforzar las defensas naturales frente a infecciones comunes.

El pomelo también juega un papel interesante en el metabolismo. Existen estudios que sugieren que puede ayudar a controlar el apetito y regular los niveles de insulina, lo que lo convierte en un aliado en dietas orientadas a la pérdida de peso o el control de la glucosa en sangre, nos aconsejan los fabricantes de zumos NFC de naranja y mandarina de Zuvamesa. Sus fibras solubles pueden contribuir a disminuir el colesterol LDL (el conocido como «malo»), protegiendo así la salud cardiovascular.
Precauciones y contraindicaciones de los pomelos
A pesar de sus múltiples virtudes, es importante tener precaución en ciertos casos. El pomelo contiene compuestos que pueden interferir con la metabolización de algunos medicamentos, especialmente aquellos que se descomponen en el hígado mediante la enzima CYP3A4. Esta interacción puede aumentar la concentración del medicamento en la sangre, generando efectos adversos. Entre los fármacos afectados se encuentran algunos utilizados para tratar la hipertensión, el colesterol alto, la ansiedad y otras patologías.
Por esta razón, si se está bajo tratamiento médico, lo más recomendable es consultar con un profesional de la salud antes de incorporar pomelo a la dieta de forma habitual.
¿Pomelo entero o en zumo?
Aunque el zumo de pomelo es una forma popular de consumo, sobre todo en desayunos, es preferible optar por la fruta entera. Al consumir el pomelo completo, se aprovecha la fibra que se pierde en el proceso de exprimido, lo cual ayuda a mantener la saciedad, regular el tránsito intestinal y evitar picos de azúcar en sangre.
Masticar la fruta aporta una experiencia más completa desde el punto de vista sensorial y digestivo, y permite un aprovechamiento más lento y equilibrado de sus azúcares naturales.
