12 alimentos prohibidos para el riñón enfermo
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Síntomas del riñón enfermo
Los riñones son los encargado de filtrar diversas sustancias tóxicas que el cuerpo desecha a través de la orina. Cuando estos dejan de funcionar correctamente, estas sustancias se comienzan a retener dentro del cuerpo y llegar a causar problemas de salud graves.
En un principio el riñón enfermo no muestra ningún síntoma evidente, por lo que se considera una enfermedad silente. Cuando el problema está más avanzado hay algunos signos que puedan ayudar a un diagnóstico temprano:
- Cambios en los patrones de micción como orinar frecuentemente durante la noche o hacerlo en menor o mayor cantidad que regularmente.
- Hinchazón de algunas zonas del cuerpo como tobillos, piernas, pies y manos, debido a la retención de líquidos.
- Cansancio, fatiga y en algunos casos, anemia.
- Picor en la piel que es ocasionado por la acumulación de sustancias tóxicas que los riñones no han filtrado.
- Olor a amoníaco en el aliento o sabor metálico en la boca como consecuencia de la acumulación de urea en el organismo.
- Pérdida de peso, del apetito y aparición de náuseas y mareos.
- Cuando el problema avanza y hay insuficiencia renal, puede dar origen a hipertensión arterial.
Características de una dieta para el riñón enfermo
Una de las primeras cosas que debes hacer para evitar forzar el trabajo de los riñones es reducir la ingesta de sodio, ya que contribuye a la retención de líquidos. Por esto, se deben preferir los alimentos frescos y revisar cuidadosamente las etiquetas nutricionales de los alimentos procesados.
Un alimento con un contenido por porción de sodio mayor al 20% se considera alto y debe ser descartado. Las comidas se deben condimentar preferiblemente con hierbas aromáticas, para reducir el consumo de sal y lavar siempre los alimentos que vienen enlatados.
Las proteínas producen una gran cantidad de desechos que el riñón debe eliminar, por lo que se debe consumir la cantidad y tipo correctos. Se deben comer porciones pequeñas de proteínas, en el caso de las animales provenientes de carnes magras, huevos y lácteos bajos en grasas.
En cuanto a las proteínas vegetales están principalmente en las legumbres, las cuales además son ricas en fósforo. Este elemento y el potasio se deben consumir con moderación, porque no pueden ser eliminados correctamente por los riñones enfermos.
Basar la dieta principalmente en frutas y verduras así como porciones pequeñas de proteínas, distribuidas en las diferentes comidas. No se debe descuidar la hidratación, para favorecer el funcionamiento de los riñones.
Conocer qué alimentos deben eliminarse o moderarse en la dieta de un paciente de riñón enfermo resulta importante para frenar su evolución.
Sodio
El exceso de sodio puede provocar hinchazón, elevar la presión arterial y dañar todavía más los riñones. Por ello, se recomienda reducir la cantidad de sodio diario, evitando añadir sal a las comidas.
Como alternativas están las especias naturales, el zumo de limón o las hierbas.
Ultraprocesados
La sal de los ultraprocesados puede empeorar la enfermedad en los riñones. Esta es ampliamente utilizada en la industria alimentaria para mejorar el sabor y por sus propiedades para ayudar a la conservación de los alimentos.
Por ello, los pacientes con esta patología deben evitar las sopas enlatadas y las comidas preparadas, además de las salsas, como la de soja o salsa de tomate (kétchup).
Carne y pescado
La proteína es un nutriente esencial para el cuerpo que ayuda a desarrollar los músculos, reparar el tejido y combatir infecciones. No obstante, los pacientes que tienen problemas en los riñones, deben controlar la cantidad de proteínas de su dieta.
Al comer mucha proteína animal, el cuerpo debe aumentar los niveles de ácido para metabolizarla. Los órganos responsables de eliminar este exceso son los riñones, que deben trabajar más para conseguir suprimirlo.
No se recomienda comer más de una ración al día de proteína animal. No obstante, si se come carne, la roja sería la peor opción, pues su digestión es más pesada y contiene más grasas. La mejores alternativas son el pescado, el marisco y las aves de corral.
Carnes procesadas
Las carnes procesadas normalmente tienen una gran cantidad de grasas y sal, que no son saludables para el organismo. Si se padece del riñón, un exceso puede empeorar la sintomatología.
Además, tienen excedente de otro mineral, el fósforo. Cabe decir que, si el alimento es de origen vegetal, solamente se absorbe una pequeña parte del contenido. Sin embargo, si el alimento es de origen animal, se absorbe mucha cantidad del fósforo que contiene. Por ese motivo, no es recomendable comer carnes procesadas.
Además, los embutidos tienen fósforo de origen industrial como aditivo. El cuerpo absorbe este tipo por completo y, por ello, los embutidos están prohibidos en dietas de pacientes de riñón enfermo.
También se aconseja leer las etiquetas de los productos cárnicos y evitar aquellos alimentos que contengan ingredientes con “fos-”, como ácido fosfórico.
Frutas ricas en potasio
Si se padece del riñón, es aconsejable controlar el potasio. Esto pasa también por conocer qué alimentos contienen altos niveles de este mineral y evitarlos.
Los plátanos, los albaricoques, los melones, los kiwis, las naranjas, las nectarinas, las ciruelas y las frutas secas tienen gran cantidad de potasio. Asimismo, se recomienda consumir zumos caseros y evitar los envasados.
Si la patología es grave, se recomienda no comer más de 2 piezas al día. Se pueden consumir frutas como manzana, pera y sandía.
Los alimentos en conserva tienen menos potasio, por lo que, siempre que se deseche el líquido de la conserva, son buenas alternativas.
Verduras malas para el riñón
Así como con las frutas, algunas verduras tienen mucho potasio, como los aguacates, los espárragos, los brotes de bambú, las coles de Bruselas, las remolachas, el repollo, el apio, las patatas, las acelgas, las batatas, la calabaza, los nabos, las espinacas cocidas y los tomates.
Es importante también que, antes de consumir las verduras, estas se troceen y se pongan en remojo unas horas. Cocinar las verduras con mucha agua, incluso hervirlas dos veces, facilitará que el potasio se elimine.
Con bajos niveles de potasio, están la lechuga, la cebolla, las judías verdes, y los espárragos en lata.
Escabeche
Los alimentos en escabeche están en aceite, vinagre y vino blanco. Llevan también sal, laurel, pimienta en grano y ajo. La sal añadida suele ser en grandes cantidades, por ello, alimentos como los pepinillos y las aceitunas estarían prohibidos.
Legumbres
El consumo de judías, garbanzos, lentejas y otras legumbres no se recomienda en algunos grados de esta patología porque contienen potasio, proteínas y fósforo.
Sin embargo, el guisante en lata, el hervido y el tofu sí son opciones permitidas.
En caso de consumir legumbres, así como con las verduras, deben ponerse en remojo unas horas y hervirse con mucha agua.
Dulces y bollería
Puesto que la diabetes y la hipertensión arterial son causantes de problemas en los riñones, el consumo de dulces y bollería está prohibido para pacientes con esta enfermedad.
El sodio incrementa el sabor de los alimentos y ayuda a su conservación, por eso la industria alimentaria lo añade a algunos productos. El que sean dulces, no significa que no contengan sal.
Productos como donuts, bizcochos y chocolate están barrados, puesto que también tienen grasas trans y azúcares en exceso.
Arroz, pan y cereales
Debido a la limitación en la ingesta de proteínas, estos alimentos pueden ser una buena fuente de energía y se permite su consumo una vez al día.
No obstante, estos alimentos no deben ser integrales, ya que los productos integrales tienen mucho fósforo y potasio. En caso de daño en los riñones, un exceso de minerales puede perjudicar y agravar la enfermedad.
Frutos secos
Los frutos secos contienen mucho fósforo. Almendra, pistacho, nueces, piñones, avellanas y castañas deben consumirse solo excepcionalmente.
Leche y derivados lácteos
La leche y los derivados lácteos se permiten con limitación, no más de dos veces al día. Estos alimentos contienen también mucho fósforo y pueden perjudicar a la enfermedad en los riñones.
Leche y yogur son los más aconsejados. El queso, sin embargo, debe ser limitado. Los más perjudiciales son los quesos curados, pero se pueden escoger otros como el requesón, el fresco y la Mozzarella.