Cómo controlar la ansiedad por comer
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Comer por ansiedad se ha convertido en un problema cada vez más grave en nuestra sociedad. La salud mental de un tiempo a esta parte está ganando un peso considerable precisamente al hecho de que las nuevas generaciones están padeciendo en mayor medida trastornos de esta naturaleza, o, más que padecerlos en mayor medida, están sabiendo identificarlos antes y de forma más eficaz. La ansiedad se ha convertido en un problema presente en casi todos los hogares, pues se estima que al menos un 10% de la sociedad padece ansiedad o signos y síntomas de esta, y que ésta se refleje en los hábitos alimenticios supone un problema que no es baladí.
Si sospechas que padeces ansiedad por comer, lo primero que debes hacer es acudir a una persona especialista que pueda tratar tu caso en particular. Un nutricionista y sobre todo un psicólogo podrá ayudarte a comprender de dónde nace esa ansiedad y cómo paliarla o redirigirla para calmarla de otra forma, pues comer ansiedad a la larga puede afectar negativamente tu salud. En este artículo te explicamos brevemente cuáles son las posibles causas de sentir ansiedad por comer y cómo puedes calmarla.
Ansiedad por comer: causas
El concepto de ansiedad por comer hace referencia esencialmente al hábito de una persona que come sin tener hambre real, pero sí la necesidad compulsiva de comer. Una persona con ansiedad por la comida comerá de forma descontrolada aunque no tenga hambre, porque está buscando en la comida una satisfacción inmediata a algún tipo de preocupación, normalmente de carácter emocional. Es decir, podríamos decir que se trata de hambre emocional que intenta calmarse con comida, de ahí que nunca se esté satisfecho.
Aunque pueden ser muchos los motivos por los que una persona puede tener ansiedad por comer, hay una serie de causas más habituales por los que un individuo entra en esta suerte de espiral:
Mala gestión emocional
Como decíamos, comer por ansiedad está muy ligado a tener necesidades emocionales que no se están satisfaciendo correctamente, lo que deriva en una búsqueda inmediata de placer para paliar esa mala gestión. Si una persona se encuentra en una situación de estrés o tiene carencias afectivas, en caso de entrar en el bucle de la ansiedad por comer para conseguir calmar esa situación de estrés raramente conseguirá salir sola una vez la situación finalice. No obstante, una mala gestión emocional no es algo puntual sino algo que debe trabajarse, pues estamos hablando de no saber cómo lidiar correctamente con el conflicto y con las emociones negativas, conceptos con los que vamos a tener que convivir durante toda nuestra vida, de ahí que la ansiedad por comer se convierta en un bucle que no haga más que empeorar conforme nos adentramos en él.
Comida como fuente de placer
Vivimos en una cultura que gira en torno a la comida, y que pone el foco en esta como fuente de placer más instantánea. Si lo piensas, la mayoría de los eventos sociales están centrados en la comida, y también estamos acostumbrados a tener una mentalidad que nos impulsa a creer que la comida puede considerarse un premio, como cuando “nos damos un capricho”. Es innegable que comer resulta muy satisfactorio, pero focalizar en la comida nuestra única fuente de placer es un problema grave, pues es algo que podemos tener a mano constantemente y podemos llegar a entrar en el bucle de recurrir a ella de forma constante para generarlo.
Se trata de un placer instantáneo que no tarda en desaparecer, por eso la persona que padece ansiedad por comer no puede dejar de “picotear”, ya que va buscando ese pico de satisfacción de forma insistente. Además, si la persona llega a considerar la comida como su única fuente de placer comenzará a obsesionarse con ella, momento en el que la ansiedad por comer empeorará.
Baja autoestima
Una de las causas más comunes y relacionadas de forma directa con la autoconcepción de la persona y la idea que tiene sobre sí mismo. Una baja autoestima puede generar que la persona no se sienta a gusto consigo misma y sienta que hay un vacío que debe llenar, pues ante la falta de amor propio es probable que quiera distraerse de esa sensación de nuevo con el placer inmediato de la comida, como comentábamos en el punto anterior.
Mucho autocontrol
Si una persona se encuentra en una dieta muy restrictiva o en general vive una vida en la que siente que debe estar constantemente reprimiéndose o negándose cosas, es inevitable que en algún momento ese exceso de autocontrol le pase factura. Si en lugar de comer una galleta en el momento en el que le apetece se obsesiona con no comerla, lo más probable es que, si padece ansiedad por comer, en cuanto pueda no se comerá una galleta sino el paquete entero, pues lleva pensando en ello todo el día. Este exceso de autocontrol no está ligado únicamente con la ansiedad por comer sino también con otros conceptos relacionados con la conducta alimentaria como el atracón o incluso las enfermedades de abstención como la anorexia, por lo que hay que tener mucho cuidado con no entrar en la espiral de contenernos en exceso y luego comer de forma ansiosa.
Cómo calmar la ansiedad por comer
La ansiedad por comer es algo cada vez más normal, pero es imprescindible tratarlo a tiempo o intentar gestionarlo lo antes posible porque puede generar más problemas físicos y relacionados con la salud mental, en tanto que tu autoestima puede verse afectada al ver que no puedes controlar lo que comes o las ganas que tienes que hacerlo. Se trata de una necesidad tan fuerte y tan fuera de tu control que puede afectarte muy negativamente, así que es esencial que trates de calmarla y cojas las riendas de tu alimentación de nuevo.
Lo primero que tienes que hacer es identificar cuáles son las causas de tu ansiedad por comer. En este artículo te hemos dado algunas posibles causas pero lo cierto es que los motivos por los cuales puedes comer de esta forma son prácticamente infinitos. Para poder conocer en mayor medida cuál es el origen de esa ansiedad puedes hacerte una serie de preguntas para poder conocerte mejor, por ejemplo en qué momentos aparece esa ansiedad, qué pasa por tu cabeza antes de comer o qué haces después. Esto puede ayudarte a localizar el origen y a intentar atacarlo desde la raíz.
Por supuesto, recurrir a un profesional que te ayude en este camino es clave. Hacerlo tú solo puede ser mucho más duro y puedes no ser capaz de encontrar las respuestas adecuadas, por lo que tal vez no consigues superarlo o tardas mucho en hacerlo. Contar con ayuda profesional te ayudará a calmar la ansiedad por comer de forma más efectiva al tener herramientas que te permitan identificarla más fácilmente, y además podrás dar con la raíz original del problema, especialmente si se trata de una mala gestión de las emociones, pues normalmente la ansiedad por comer viene precedida por una serie de problemas más graves que es preciso tratar para mejorar tu calidad de vida.
Más a corto plazo, no obstante, hay también algunas cosas que puedes hacer para intentar calmar la ansiedad por comer al momento:
Busca otras actividades
Si tu problema es que la comida es tu única fuente de placer, intenta buscar actividades que también te resulten placenteras y céntrate en ellas. Tal vez dar paseos, leer o ver alguna película puede serte útil como distracción. Se trata de buscar alguna actividad que te mantenga ocupada y que también te genere satisfacción, intentando así sustituir la ingesta compulsiva de comida.
Haz deporte
Aunque se trate de un clásico que muchos rehúyen, practicar deporte te ayudará mucho a controlar la ansiedad por comer, pues el ejercicio físico contribuye a aumentar los niveles de dopamina, algo que también ocurre cuando comemos, y ayuda a relajar la tensión, reduciendo así la ansiedad. No hace falta que sea un deporte muy intenso ni mucho menos que te obsesiones con él, pero practicar ejercicio es muy saludable y puede contribuir a reducir tu ansiedad por comer.
Practica técnicas de relajación
Si el problema es efectivamente la ansiedad, necesitas relajarte. Tranquilo, sabemos de sobra que no sirve de nada decirte “¡relájate!”, pero sí puedes buscar alguna técnica de relajación que te ayude a calmar los nervios y por lo tanto la ansiedad, aunque procura que sea una técnica que no te haga pensar en exceso porque tal vez vuelvas a obsesionarte con la comida. Además, una buena técnica de relajación puede ayudarte a conciliar el sueño, y dormir bien es también clave para reducir la ansiedad por comer.