10 alimentos prohibidos para el bazo
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Síntomas de bazo inflamado
El bazo está ubicado junto al estómago, en el lado izquierdo justo debajo de la caja torácica, siendo de tejido blando y esponjoso. Cumple diversas funciones como almacenamiento de glóbulos rojos y plaquetas que intervienen en los procesos de coagulación.
Por otra parte, interviene en la producción de glóbulos blancos como respuesta a las infecciones y se encarga de filtrar y destruir células sanguíneas dañadas o viejas. Por tanto, cuando se inflama no es capaz de cumplir estas funciones adecuadamente.
La inflamación del bazo se conoce como esplenomegalia y puede no presentar ningún síntoma, siendo detectado por palpación. En otros casos, se presentan varios síntomas que indican la ocurrencia del bazo inflamado:
- Inflamación o dolor en la zona superior izquierda del abdomen, con sensación de dolor que se puede extender hasta el hombro izquierdo.
- Tener sensación de saciedad sin haber comido o al ingerir porciones pequeñas, debido a que el bazo está presionando el estómago.
- Anemia y fatiga generalizada.
- Presentar infecciones con frecuencia, a causa de una baja producción de glóbulos blancos.
- Heridas que sangran de forma abundante, debido a problemas de coagulación.
El bazo inflamado puede darse por diversos factores entre los que destacan los siguientes:
- Enfermedades hepáticas como la cirrosis o la hepatitis.
- Algunas infecciones virales como la mononucleosis y bacterianas como la endocarditis y sífilis o parasitarias como la malaria, entre otras.
- Algunos tipos de cáncer de la sangre como leucemia, linfomas o la enfermedad de Hodgkin así como por anemia hemolítica.
- Presencia de un coágulo sanguíneo o presión en las venas que irrigan el bazo o el hígado.
La inflamación del bazo se puede presentar en personas de cualquier edad, pero los riesgos aumentan bajo algunas condiciones. Por ejemplo, en personas jóvenes y niños con mononucleosis o cuando estás expuesto con frecuencia a la malaria.
El tratamiento del bazo inflamado tiene que ver con la causa principal que lo lleva a sufrir la inflamación. Así, si tienes una enfermedad bacteriana deberás ser tratado con antibióticos o realizar el tratamiento para el cáncer u cualquier otra enfermedad.
Es importante no descuidar el tratamiento del bazo inflamado, porque si se descuida este puede llegar a romperse y poner en riesgo la vida del paciente. En caso de ser necesario extirpar el órgano, se debe tratar a la personas con antibióticos y colocar vacunas que lo ayuden a evitar infecciones.
Características de una dieta para el bazo inflamado
Como ya has visto, el bazo es un órgano muy importante para el sistema inmunitario de tu cuerpo. Aunque es posible vivir sin este, una vez que lo extirpan tendrás una mayor probabilidad de contraer infecciones, porque se reduce tu capacidad de producir glóbulos blancos.
Por otra parte, el bazo inflamado puede llegar a tener consecuencias graves si no es atendido a tiempo. En este sentido, es importante seguir una dieta que reduzca los riesgos de sufrir de esplenomegalia o mejorar los síntomas cuando la padeces.
Entre algunas de las recomendaciones que te ayudarán a cuidar la salud de tu bazo, destacan las siguientes:
Consume alimentos de fácil digestión: en este sentido evita consumir alimentos procesados como el pan y las pastas blancas, aquellos ricos en azúcares procesados y las carnes rojas.
Hidrátate adecuadamente: un buen consumo de agua diariamente va a ayudar a un mejor funcionamiento del bazo. Además, reduce al mínimo el consumo de bebidas azucaradas, gaseosas y el alcohol.
Incrementa el consumo de alimentos ricos en flúor: aunque la principal fuente de flúor son las aguas enriquecidas con este mineral, algunos alimentos lo contienen como los pescados que se comen enteros (sardinas), zanahorias o las espinacas.
Consume lácteos desnatados: al tener el bazo inflamado es importante reducir el consumo de grasas que dificultan los procesos digestivos. Por tanto, prefiere lácteos que sean bajos en grasas.
Por otra parte, hay algunos alimentos que debes evitar cuando tienes el bazo inflamado y consumir en pocas cantidades para evitarlo. En primer lugar, reduce el consumo de carnes procesadas, las cuales favorecen los procesos de inflamación.
Igualmente, evita consumir carnes rojas y aceites vegetales refinados que suelen contener grasas saturadas, más dañinas. Las frituras y bollería procesada tampoco son convenientes por su alto contenido de grasas trans, que aumentan la inflamación.
Otro alimento que se debe evitar cuando se tiene el bazo inflamado son los mariscos, debido a que aumentan los niveles de ácido úrico. El exceso de este elemento en el cuerpo, también tiende a producir inflamación.
10 alimentos malos para el bazo
Carnes procesadas
El consumo de estos alimentos, aunque cada vez sea más común por su facilidad para ser cocinados, se relaciona con procesos de inflamación. Debido a su contenido en sodio, nitratos, nitritos y otros componentes químicos, su asimilación en el organismo provoca una respuesta inflamatoria.
Además, su alto contenido en grasas hace que la digestión en el estómago sea muy pesada y aumenta los índices de colesterol malo.
Carnes rojas
Se recomienda el consumo de carnes magras y de aves de corral y evitar todas las carnes rojas, cuyo proceso digestivo es más lento y costoso para el organismo.
Además, estas carnes deben estar hechas a la plancha, pues los fritos son desaconsejados por los expertos para personas con inflamación de bazo.
Aceites vegetales refinados
Los aceites vegetales refinados, pese a estar presentes en la composición de muchos alimentos ultraprocesados y emplearse en la cocina, están elaborados con grasas dañinas.
Además, en el proceso de refinado se pierden las vitaminas de los vegetales y multitud de componentes beneficiosos. Su consumo habitual puede afectar a la inflamación del bazo y empeorar los síntomas.
El aceite de oliva virgen extra es el aceite recomendado por los nutricionistas, tanto para cocinar como para aderezar. El aceite de oliva virgen presenta buena resistencia y estabilidad ante las altas temperaturas. Por el contrario, otros tipos de aceite, como el de soja o del girasol, no permiten asegurar que no se producirán alteraciones nocivas para la salud ante estas condiciones.
Productos lácteos
La leche, los quesos y otros productos lácteos enteros están desaconsejados para los pacientes con enfermedades inflamatorias, pues su ingesta puede producir dificultades en el sistema digestivo.
Sí estarían recomendados productos lácteos desnatados o desgrasados, sin azúcares añadidos, cuya digestión es más ligera. Así como productos fermentados, como el yogur natural, que facilitan la digestión y absorción de nutrientes.
Fritos
Los fritos contienen grasas trans, cantidades excesivas de sodio y compuestos químicos añadidos. Los ácidos grasos trans aumentan la inflamación a nivel de las células del endotelio, que es la capa más interna de las arterias y la que está en contacto con la sangre. Al incorporarse a las membranas de las células, estas grasas influyen en la inflamación y producen desequilibrios en el metabolismo.
Además de empeorar la inflamación del bazo, incrementan el riesgo de sobrepeso, producen problemas digestivos y aumentan el colesterol.
Harinas refinadas
Las harinas que son sometidas a procesos de refinamiento pierden sus nutrientes y pueden causar inflamación cuando se abusa de su consumo. Aunque en pequeñas cantidades no suelen causar ningún problema, si se comen habitualmente pueden ser nocivas.
El pan, la pasta, las pizzas y muchos alimentos están producidos con harinas refinadas, por eso la suma de pequeñas cantidades de estos productos puede aumentar el consumo total permitido.
Gracias a la fibra presente en los granos enteros, la harina integral ayuda a que el intestino tenga un movimiento regular. Pero también previene la aparición de enfermedades como la inflamación y el estreñimiento. Además, los granos enteros de la harina integral ayudan a evitar la absorción del colesterol malo y disminuir los niveles de triglicéridos. Por ello, se recomienda su consumo en pacientes con bazo inflamado.
Margarina
Este alimento tiene grasas trans y aceites hidrogenados que pueden influir en la aparición de procesos inflamatorios. El consumo de margarina debe ser mínimo para cualquier persona, puesto que su alto nivel de calorías tampoco es beneficioso para el organismo.
Sal
Si bien la sal puede beneficiar algunas funciones importantes del organismo en cantidades moderadas, su consumo excesivo puede causar reacciones adversas. El exceso de sodio causa retención de líquidos, responsable del aumento de la inflamación, problemas de hipertensión y dificultades circulatorias.
Como alternativa saludable están las especias, que aportan sabor a las comidas sin perjudicar al organismo. El perejil, el jengibre, el ajo, las cebollas y la canela son alimentos que cuidan del bazo y que, por tanto, pueden ser usados para condimentar.
Azúcar refinado
La mayoría de personas asocia el azúcar refinado con el azúcar blanco, pero también hay muchos productos azucarados. Los hidratos de carbono de absorción rápida no están recomendados para personas con esta patología, esto incluye la bollería, las galletas, las magdalenas y las bebidas azucaradas, entre otros.
Mariscos
Los mariscos, pese a ser alimentos con muchos nutrientes, deben moderarse en la dieta de un paciente con el bazo inflamado. Esto se debe a su contenido en purinas, una sustancia que, al descomponerse en el cuerpo, se transforma en ácido úrico. El exceso de ácido úrico en el cuerpo puede producir inflamación.